Janusz Korczak, era un médico polaco del siglo XX que dedicó su vida a la educación. Su nombre es poco conocido, pero su legado ha promovido cambios en la manera de concebir la pedagogía. Su visión se basa en tres principios: Educación centrada en la persona, el autogobierno como un modo de organización escolar y la lealtad pedagógica como un modo de cuidado de los adultos a los niños, especialmente de maestros a estudiantes.

La innovación docente, inspirados en las premisas de Korczak, se define como el acto creativo pedagógico que busca alternativas a la solución de problemas de desarrollo humano en un contexto social específico. El educador polaco llevó sus principios hasta las últimas consecuencias al crear una escuela que protegía a los niños judíos huérfanos víctimas de la guerra. Su fin trágico, el de él y el de sus niños, en el campo de concentración de Treblinka nos recuerda que la educación es un modo de proceder pacífico de gran poder.